Todo lo que toca nuestra piel debe estar limpio. ¿Sabías que tu móvil puede tener hasta 10 veces más bichos que un baño público? Sin embargo, te mueres del asco cada vez que tienes que entrar a uno. Y, a la vez, te permites el lujo de limpiar tus brochas de maquillaje una vez cada mil. Pero, ¿alguna vez te has planteado qué pasa si no limpias tus brochas?
La microbiota de tu piel protege, pero las bacterias de tu brocha suciapueden desencadernar infecciones, generar irritaciones e incluso acné. Las bacterias y hongos crecen muy bien en ambientes oscuros, cálidos y húmedos. Por esta razón es tan importante que limpies tus brochas y esponjas.
Y ¿cómo se limpian las brochas?
Para limpiarlas, yo utilizo productos que están al alcance de cualquiera. No es necesario que te gastes mucho dinero para ello. Mi imprescindible es una pastilla de jabón. La que sea. Me da igual si es del Mercadona o de Carrefour. Que limpie bien. Otra opción es el archiconocido “jabón sólido Beltrán”, que yo lo compro en cierto supermercado de color verde. Pero debo reconocer que no tiene una textura y un aroma que me agraden.
También me gustaría recomendarte mi último descubrimiento, y es este jabón de Sheglam que me está encantando. Limpia las brochas y las esponjas fenomenal. Y claro, tiene un precio maravilloso.
Ahora toca ser realistas y pensar que no siempre tenemos el mismo tiempo para dedicar un ratito a la limpieza de brochas. Pero para eso también hay solución. Los limpiadores en spray. Te llevará solo unos minutos y oye, aunque no sean mi método favorito de limpieza, mejor un limpiador en spray que una brocha sucia. Mis favoritos, esos que no me pueden faltar en el maletín, donde siempre llevo uno por si necesito una brocha con urgencia y la he usado previamente (esto puede pasar cuando se tienen muchas clientas el mismo día), son: el limpiador de brochas de Etnia Cosmetics (que si me conoces un poquito sabes que me encanta la marca) y el de Isoclean, que llegó a mi vida hace poquito pero ya se ha hecho un huequito en mi corazón.
Una vez elegido el producto para conseguir que brillen, es cuestión de ponerse manos a la obra. Las puedes dejar un ratito en remojo en un recipiente con agua tibia y un poquito jabón, o directamente pasarlas por debajo del grifo. Mojarlas, enjabonarlas con cuidado y delicadeza y aclarar. Si quieres, puedes recurrir a las famosas alfombrillas que se utilizan para limpiarlas, pero la verdad es que no es necesario. Con darles un masajito con los dedos o la palma de tu mano ¡es más que suficiente!
Eso sí, intenta que no se te moje el mango, se estropearán antes.
Sencillo, ¿verdad? Luego ya vienen pequeños detalles como pulverizarlas con alcohol de 70 o meterlas en un esterilizador, pero el paso
básico no te lleva más de unos minutos. Enjabónalas, masajea las cerdas y aclara sin dejar residuos. Y para secarlas, déjalas secar sobre una toalla limpia, en horizontal, para que no entre agua en la virola (la parte metálica que une el mango con el pelo).
¿Por qué alcohol de 70? Porque el agua que lleva (30%) ayuda a desnaturalizar las proteínas acelerando la destrucción bacteriana. Además, se evapora más lentamente, por lo que queda en las superficies el tiempo suficiente para eliminar todas las bacterias.
Y si, se perfectamente que da pereza limpiar brochas, sobre todo si se te han acumulado muchas. Pero ten en cuenta que en tu brocha sucia puedes encontrar células muertas, polvo, bacterias, hongos, virus… ¿a que ya es menos apetecible usarla sin limpiar? Si no las lavas, la función
barrera de tu piel puede verse afectada y sufrir infecciones, conjuntivitis o irritación.
¿Cada cuánto deberías lavarlas?
Pues realmente, deberían pasar por el baño cada vez que las uses. Pero seamos realistas, esto no se suele hacer. Así que al menos, hazlo una vez a la semana. Y guárdalas en un sitio cerrado, para que no cojan polvo. Además, ten en cuenta que según pasa el tiempo, es más difícil retirar las bacterias, así que una renovación de brochas es una buena idea.
Y recuerda: no compartas tu maquillaje y ten cuidado con las fechas de caducidad, ya que unos productos caducados son más propensos al crecimiento bacteriano.
¿Sabías todo esto sobre la limpieza de brochas? Cuando estoy en un curso de automaquillaje o una beauty party es una de las cuestiones que más interesa a mis chicas.
Nos leemos prontito.
Un besazo,
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